Los padres se han personado en la Comisaría de la Policía Nacional para aportar más información sobre el sospechoso, de unos 60 o 70 años.
Según explicaron, fueron atendidos de manera ejemplar por los agentes, quienes recogieron todos los datos disponibles sobre el sospechoso.
Aunque no fue posible formalizar una denuncia completa por la falta de matrícula del vehículo, se ha elaborado un retrato robot con base en la descripción ofrecida por el padre, que coincide en un 80 % con el individuo observado durante los hechos.
La información ha sido trasladada al equipo de Seguridad Ciudadana, que mantiene la alerta en la zona.
La madre, muy activa en redes sociales desde que difundió el caso, ha agradecido públicamente el trato recibido por la Policía Nacional y el apoyo masivo de la ciudadanía.
En su mensaje, destacó la gran labor de difusión que están realizando los vecinos de San Fernando y otras localidades cercanas, lo que está ayudando a mantener la atención sobre el caso y a prevenir posibles incidentes similares. “Seguid compartiendo, no paréis; esto ha pasado en San Fernando, pero puede pasar en cualquier sitio”, ha expresado.
Durante su intervención, insistió en la importancia de educar a los hijos sobre cómo reaccionar ante situaciones de peligro y de no subestimar la prevención.
La familia explicó que el comportamiento prudente de sus hijos fue clave para evitar una tragedia, ya que los menores reconocieron la situación de riesgo y huyeron hacia casa para avisar a su padre.
El sospechoso, según la descripción, sería un hombre de entre 60 y 70 años, de pelo canoso, barba larga, aspecto desaliñado y acento gaditano o de la Bahía de Cádiz, que conducía un vehículo negro con el piloto trasero derecho roto.
Con la información recopilada, la Policía mantiene la investigación abierta y ha pedido colaboración ciudadana.
Por su parte, numerosos vecinos y asociaciones locales han solicitado reforzar la seguridad en el Parque Sacramento y en las inmediaciones del campo de fútbol de La Bazán, zonas muy frecuentadas por menores.
También se reclama la instalación de cámaras de vigilancia y una mayor presencia policial en horarios de tarde.
La madre, en su último vídeo, reflexionó sobre la necesidad de no guardar silencio ante hechos de este tipo y de “romper el miedo” a denunciar, aunque los datos sean escasos. “Ayer estábamos bloqueados por el susto, pero hoy hemos actuado con calma y convicción.
Lo importante es que se sepa lo que ha ocurrido para que no vuelva a pasar”, concluyó.
El caso ha generado una amplia respuesta de solidaridad en redes y en grupos vecinales, con cientos de mensajes de apoyo y de advertencia para extremar la precaución en las zonas de juego infantiles.
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